lunes, 27 de junio de 2011

lunes, 20 de junio de 2011

Neandertales en Byzovaya




En los Urales polares, en la parte occidental de la cordillera, se han descubierto varios centenares de herramientas de piedra de la factura asociada normalmente a los neandertales, pero relativamente recientes: entre 31.000 y 34.000 años de antigüedad, según las dataciones realizadas. El hallazgo apunta hacia una importante novedad de la historia relativamente reciente del Homo sapiens en Europa: tal vez los neandertales, antes de su definitiva extinción, se refugiaron no sólo en el Sur del continente, sino que también pudieron retirarse hacia el Norte, hacia el círculo polar.









"Durante más de 150.000 años, los neandertales tuvieron los exhuberantes bosques europeos para ellos solos, hasta que, a partir de hace unos 40.000 años, los humanos modernos [nuestra especie actual] barrieron desde África y Oriente Próximo, extendiéndose rápidamente de Este a Oeste", resume Michael Balter en Science, en un comentario sobre el hallazgo. "Muy pronto, según las evidencias arqueológicas, los neandertales fueron replegándose hacia refugios en el sur de Europa, como España y Portugal, hasta que se extinguieron". En Zafarraya (Málaga) se han encontrado fósiles de neandertal de hace entre 30.000 y 27.000 años, considerados de los más recientes de esa especie desaparecida de Homo sapiens.







Slimak y su equipo, tras descubrir y analizar 313 herramientas de piedra y unos 4.000 huesos (la mayoría de mamut) concluyen que son de estilo musteriense, siempre asociado a los neandertales. Pero Balter presenta también opiniones de otros especialistas recordando que hay pruebas arqueológicas de que la especie humana actual, la que sustituyó a los neandertales en Europa, también fabricaba herramientas de tipo musteriense. La controversia sólo podrá ser zanjada si se descubrieran fósiles humanos en el yacimiento que indicasen quién fabricó aquellas piezas de piedra.







viernes, 17 de junio de 2011

Tell Halaf





JACINTO ANTÓN - Berlín

Es difícil no sentirse desconcertado ante las extravagantes figuras de los viejos dioses arameos resucitados. Rescatados del olvido y desenterrados a principios del siglo XX por el aristócrata alemán Max von Oppenheim en Tell Halaf, Siria, en la que es una de las grandes aventuras de la arqueología, sufrieron una segunda muerte al ser bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial el museo que los albergaba en Berlín y quedar reducidos a minúsculos fragmentos.

Hace 3.000 años, en el fértil valle del río Khabur, entre el Éufrates y el Tigris, estos seres fabulosos fueron objeto de culto y respeto en la ciudad-estado de Guzana, capital del principado arameo de Bit Bakhiani (la Casa de Bakhianu), posteriormente sometida por los asirios.









En 1899, durante una expedición de seis meses en el norte de Siria, en caballo y camello, el explorador de bigotes guillerminos oyó hablar en el campamento del temido jefe beduino Ibrahim Pasha de unas extrañas esculturas enterradas en la arena. Y el 19 de noviembre descubrió Tell Halaf.

"Así que me quité el traje de diplomático y me convertí en explorador". Es imposible separar la historia de Tell Halaf, lugar que se ha comparado a Troya y a Babilonia, de la de su descubridor, el barón Max von Oppenheim (Colonia, 1860-Landshut, Baviera, 1946), un personaje digno de codearse no ya con los grandes de la arqueología, los Schliemann, Layard, Woolley o Carter, sino con los protagonistas de Julio Verne y de la gran tradición de la literatura de aventuras. Salacot, revólver y ruinas, ¡qué gran combinación!

En 1911, tras renunciar a su puesto de diplomático imperial, regresó al lugar para excavarlo en serio. Él no lo sabía, pero había dado con un yacimiento riquísimo, que hasta ha proporcionado nombre a un período (sexto y quinto milenio antes de Cristo) del Neolítico en Oriente Medio. La guinda es la ciudad aramea con su ciudadela amurallada y el palacio de Kepara, hijo de Hadianu, y su famosa fachada de seis metros con la tríada divina Teshub (Baal), Hebat y Sharruma como pilares que von Oppenheim reconstruyó en su museo berlinés. Se llevó muchas cosas maravillosa, entre ellas la "diosa entronizada", su estatua favorita, de largas trenzas y pintoresca expresión de personaje de comic que los trabajadores bautizaron como "la novia" del explorador.

A Samuel Beckett, que los contempló en 1936 en su museo original, le parecieron fascinantes los seres mitológicos arameos. "Soberbiamente demoniaco, siniestro, implacable", anotó de una estrambótica rapaz de piedra de mirada hipnótica .








VÍDEO: Los tesoros de Tell Halaf reconstruidos en Berlín - Euronews, le mag







martes, 14 de junio de 2011

Sofonisba Anguissola








Carmen Boullosa
Sofonisba Anguissola (Cremona, 1532-Nápoles, 1625), muy querida en su tiempo (la admiraron Miguel Ángel y Van Dyck, la apreció Vassari, su obra formó parte de las más calificadas colecciones -como la del romano Fulvio Orsini que pasaría a los Farnese, en su inventario hay cuatro sofonisbas, acompañados de tizianos y leonardos-), a su muerte pasó al olvido. Sus obras se adjudicaron a Zurbarán, Moro, Tiziano, Sánchez Coello, Bronzino, Moroni, Greco, según Herbert Cook incluso a Van Dyck y posiblemente a Leonardo.

Cuando en 1559 llegó a la corte de Felipe II como dama de la reina Isabel de Valois, Sofonisba Anguissola ya tenía obra, había pintado célebres escenas domésticas, algunos memorables retratos de humanistas o colegas, y autorretratos, como haría el resto de su vida. Durante su estancia en la corte filipina, reformuló su oficio, lo enriqueció con las exigencias del retrato palaciego, la diplomacia requerida y la influencia de otros artistas






Por su papel en la casa de la reina, Sofonisba Anguissola no firmó los lienzos que pintó para la corte. Muchas de sus pinturas fueron atribuidas a Sánchez Coello, su contemporáneo, quien estuvo a cargo de decenas de reproducciones de sus retratos, pues Sofonisba no tuvo taller.






¿Cuál fue la huella de Sofonisba Anguissola en otros artistas? ¿Por qué se la borró? ¿Irritó al espíritu del XVIII y el XIX la memoria de una mujer exitosa, aristócrata, astuta, quien, desoyendo consejos y brincándose formulismos sociales, se casó a los cincuenta años con un hombre a quien le doblaba la edad?

¿O su desaparición comenzó más temprano porque su amistad con Felipe II le había ganado envidias y rencores que quisieron cobrar factura a la muerte de la artista?

El hecho es que pelear atribuciones puede no ser un deporte banal sino algo realmente significativo.



Heroínas








jueves, 9 de junio de 2011

7 utopías para cambiar el mundo

Utopía y contrautopía: La crisis como modelo de destrucción social







lunes, 6 de junio de 2011

Quiebra moral de la economía de mercado

#democraciarealya
#indignaos




ANTÓN COSTAS

Estamos ante un fenómeno intrigante. Algo sucedió en los ochenta que invirtió la tendencia a la reducción de la desigualdad desde la II Guerra Mundial. A partir de los ochenta la distribución de la renta se hizo más desigual. Los ricos, especialmente en el sector financiero, se han hecho cada vez más ricos.

Las causas no están claras. Coincidió con cambios de diverso tipo: tecnológicos (las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones), económicos (la globalización), políticos (caída del muro de Berlín) e ideológicos (aparición de la ideología del mercado libre de trabas). Pero parecen haber tenido más influencia las políticas desreguladoras y la debilitación de instituciones que ejercían un cierto control social, como los sindicatos y los medios de comunicación.

La caída del muro de Berlín y del socialismo jugó un papel decisivo. Paradójicamente, no solo dejó huérfano de fundamento ético al socialismo, sino también al capitalismo. La vieja ideología calvinista, basada en la ética del esfuerzo y la responsabilidad individual, dejó paso a una nueva ideología donde la retórica de las "leyes impersonales del libre mercado" impediría juzgar la conducta de los actores desde una perspectiva moral. Es decir, la lógica del mercado haría desaparecer el libre albedrío y, por tanto, la responsabilidad individual. La economía quedaría así liberada de fundamentos éticos.

Si la política no recobra su autonomía frente a los mercados financieros, y la sociedad no es capaz de manifestar su indignación ante estas conductas, no habrá límites eficaces a la economía especulativa, a la volatilidad financiera y a la desigualdad.

De ser así, el mayor riesgo de la próxima década será la creciente ingobernabilidad de nuestras sociedades democráticas. Algunas señales apuntan ya en esa dirección.




Cinco razones por las que Europa se resquebraja


sábado, 4 de junio de 2011

El público prefiere...