Un hombre mayor que vivió en la Sierra de Atapuerca (Burgos) hace más de medio millón de años, sufría unas graves lesiones de espalda que le harían caminar encorvado y le impedirían desplazarse por los intensos dolores, es decir, que no podría cazar, algo importante para sobrevivir en aquella sociedad prehistórica. Así lo indican los huesos fosilizados de aquel individuo prenenadertal recuperados en el yacimiento de la Sima de los Huesos. Los científicos creen que son lesiones juveniles, del desarrollo, y se preguntan si dependió su supervivencia hasta la avanzada edad -para aquella gente- de 45 años o más gracias al altruismo de sus congéneres, que le ayudarían o alimentarían.
¿Ayudaban a los ancianos los prehistóricos de Atapuerca?
Cómo envejecer en Atapuerca
ALICIA RIVERA
El cazador jubilado
JUAN LUIS ARSUAGA
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