sábado, 29 de junio de 2019

Hollywood y la Leyenda Negra (IV)

En la película 1492: la conquista del Paraíso (1992) se muestra una Castilla sombría que no cesa de ejecutar herejes.

Dado que la Inquisición española mató a unas 3.000 personas en tres siglos, sería de esperar que, puesto que Enrique VIII asesinó a más de 50.000 católicos, en las películas sobre su reinado se mostrasen continuas ejecuciones. Pero no.




La gesta de Francisco Pizarro conquistando con menos de 170 hombres el Imperio inca es desvirtuada destacado que fue un traidor por matar a Atahualpa, como en el filme británico La caza real del sol (1969).

Por el contrario, los ingleses y angloamericanos no profundizan sobre cómo traicionaron, entre 1787 y 1871, 389 tratados firmados con los indios, practicando métodos de limpieza étnica.



Años después, Felipe II decidió invadir Inglaterra por el continuo ataque de los corsarios, la ejecución de María Estuardo y las persecuciones contra los católicos ingleses. Organizó una gran armada que en 1588, tras un encuentro con la flota inglesa, acabó zozobrando por una tormenta.

En la película británica Elizabeth: la Edad de Oro (2007), se muestra a Walter Raleigh dirigiendo un barco inglés en llamas contra la flota española, provocando la gigantesca explosión de numerosas naos españolas, aunque la realidad es que la armada se hundió varios días después por el temporal.



Los gobernantes españoles introdujeron mejoras en América y pusieron fin a los sacrificios humanos y al canibalismo. Los monarcas Isabel I, Carlos I y Felipe II desarrollaron una red de hospitales y universidades que beneficiaron a todos, fueran españoles o nativos.

El Gobierno de los Estados Unidos no reconoció la ciudadanía a todos los indios hasta 1924, cuatro siglos después.

1607. Tras su llegada a Virginia, los colonos ingleses cometieron crímenes contra los indígenas. Si bien el capitán John Smith destacó por su crueldad, aparece como un personaje amable y bondadoso en Pocahontas (1995). El profesor estadounidense Theodore Jojola, de origen indio, comentó que "el gobernador inglés Ratcliffe es transformado [por Hollywood] en un conquistador español ávido de oro".



En Bailando con lobos (1990), el protagonista, un teniente de la Unión, hace amistad con una tribu de sioux en la que un anciano enseña el casco de un conquistador diciendo que los que lo trajeron llegaron en la época del abuelo de su abuelo, y que con el tiempo los echaron, dando la impresión de que no hubiese habido durante dos siglos una presencia continuada española en California, Florida, Nuevo México o Texas.



Al llegar a lo alto de la colina, Theodore Roosevelt -Medalla de Honor del Congreso de Estados Unidos y futuro presidente norteamericano- “disparó a los españoles que se retiraban, viendo caer a uno, y aunque no estaba seguro de que lo había matado, se jactó: ‘Yo maté con mi propia mano a un español como a una liebre".

Atrás quedaba el hecho que 700 españoles habían resistido el ataque norteamericano de unos 15.000 hombres en la colina de San Juan (Cuba) durante 11 horas y que carecían de las temibles ametralladoras Maxim. Roosevelt llegó, además, cuando los Buffalo Soldiers -militares afroamericanos- habían ganado el altozano y no quedaban sino cuerpos ametrallados. Sin embargo, en producciones de Hollywood como Rough Riders (1997) o Noche en el museo (2006), Roosevelt es descrito como un héroe que libera a pueblos oprimidos y que se merece una distinción.



Una vez que empezaron las hostilidades en Cuba, surgieron películas justificando su invasión. El poder de la tergiversación ha tenido el peso suficiente para que, más de un siglo después de esa guerra, "le fuese concedida al torpe coronel de voluntarios y luego presidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt una Medalla de Honor del Congreso que los propios mandos militares estadounidenses de la época consideraron que no se merecía". Mató por la espalda a un soldado que huía y cuyo destacamento tenía 20 veces menos hombres que el atacante.



Los estadounidenses J. Stuart Blackton y Albert E. Smith, rodaron la que está considera la primera película bélica de la historia. Se llamaba Tearing Down the Spanish Flag (Rasgando la bandera española) (1897) y mostraba el arriado de la insignia nacional mientras se izaba la de EE UU sobre el castillo del Morro del puerto de La Habana. Obtuvo un gran éxito, así como su secuela, Raising Old Glory Over Morro Castle (Levantando la vieja gloria sobre el castillo del Morro) (1899). La revista The Phonoscope hizo la crítica: “La bandera española baja, y hacia arriba flota la de barras y las estrellas. Se derrumba el símbolo de la tiranía y la opresión que ha gobernado en el nuevo mundo durante cuatrocientos años, y se alza la bandera de la libertad.”




“El mensaje transmitido en Piratas del Caribe es que robar, torturar y matar españoles, vender, comprar y abusar de mujeres hispanas y saquear no solo está justificado, sino que es un acontecimiento alegre, una auténtica diversión (…) La población afroamericana consideraría inadmisible que en los parques Disney hubiese una atracción, ambientada al son de una alegre música, que mostrase africanos capturados por piratas”. 
Vicente Boisseau, Premio del Ministerio de Defensa por La imagen de la presencia de España en América (1492-1898) en el cine británico y estadounidense.

La leyenda negra española que ha difundido Hollywood
V. G. Olaya para @ELPAIS



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