miércoles, 3 de agosto de 2011

Mona Lisa





El 21 de agosto de 1911, un pintor italiano que había trabajado en el Louvre llamado Vincezo Peruggia sacó la Mona Lisa del marco y se la llevó escondida bajo la chaqueta. Era lunes, día de cierre de las salas, y el robo cobró la magnitud de un secuestro. Durante la semana de pesquisas en que la pinacoteca permaneció cerrada, el acontecimiento corrió como la pólvora por una ciudad que todavía era la capital cultural del planeta y que hacía poco había estrenado una maquinaria informativa inédita hasta entonces: casi 40 periódicos que vendían en total un millón de ejemplares diarios. Muchos usaron por primera vez el color para imprimir una réplica de La Gioconda. Cuando el Louvre reabrió sus puertas, cientos de personas que nunca habían puesto los pies allí hicieron cola para ver el hueco dejado por el cuadro. La ceremonia se prolongó durante días y en ellas llegó a participar Franz Kafka, de viaje en París.

Tras acusar del robo a Apollinaire, que pasó fugazmente por la cárcel, la policía se resignó a no recuperar la pintura. Sin embargo, dos años más tarde, Peruggia, que la tenía en su casa, se la llevó en tren a Florencia para ofrecerla a un anticuario. Terminó en los carabineros. La Mona Lisa volvió a París, apoteósica, después de ser expuesta ante las multitudes en Roma y en Milán. Empezaba a germinar la semilla de la fama. Los ataques de los vanguardistas y los iconoclastas y, sobre todo, sus viajes triunfales a Estados Unidos (1963) y Japón (1974) harían el resto. Hoy parece imposible que tales salidas se repitan.
JAVIER RODRÍGUEZ MARCOS




Mona Lisa (es decir, Doña Lisa) había nacido en 1479 y en 1538, tras la muerte del marido, se encerró en el Convento de Santa Úrsula, a dos pasos de su casa. Allí murió al cabo de cuatro años y es probable que allí mismo fuera enterrada. Por eso, la tarea de búsqueda empezará en el antiguo convento, donde un reciente reconocimiento con técnicas de georradar ha permitido localizar una cripta escondida bajo una de sus dos iglesias, lugar en el que se cree que podrían hallarse sepulturas del siglo XVI, entre ellas la de Lisa Gherardini.
LUCIA MAGI




Actualización Febrero 2012: La Gioconda del Prado



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