Rosa M. Tristán – EL MUNDO
Madrid 17/07/2009
El ADN revela que sus poblaciones tenían muy poca diversidad genética
Se cree que la última máxima glaciación acabó con casi toda la especie
El linaje superviviente se extendió luego por Europa, hasta su extinción total
Hace 110.000 años hubo en Europa una Eva neandertal que dio origen a las poblaciones posteriores de esta especie, hasta su desaparición, hace unos 25.000 años.
Esta antepasada común, más joven que la Eva de nuestra especie, a la que se le calculan unos 150.000 años, pudo ser una superviviente de la última máxima glaciación que dejó diezmadas las poblaciones neandertales en todo Europa, hasta el punto de que su número no superaba los 7.000 individuos.
Estas son algunas de las conclusiones del trabajo de un equipo europeo de investigadores, en el que se ha secuenciado el ADN mitocondrial (el que transmiten las hembras) de cinco individuos de neandertales, uno de ellos encontrado en la cueva asturiana de El Sidrón.
Los científicos, que publican sus resultados en 'Science', consideran que no contradicen lo que indica el registro fósil, pero sí confirma la escasa diversidad genética de aquella especie, que fue mucho menor que la del ser humano moderno e incluso que la de los europeos actuales o los chimpancés.
Una prueba de esa poca variabilidad está en la enorme distancia que separa a restos de neandertales clásicos muy similares: dos fósiles de Feldhofer (Alemania), uno de Vindija (Croacia), uno de Mezmaiskaya (Rusia) y el de El Sidrón.
Curiosamente, el genoma mitocondrial del alemán y del croata, separados por 1.000 kilómetros, son casi idénticos. "Significa que eran muy pocos, como máximo unos 7.000 neandertales. Ahora sería imposible encontrar al azar dos europeos con un cromosoma tan parecido", argumenta Carles Lalueza, coautor del trabajo y experto en ADN antiguo del Instituto de Biología Evolutiva del CSIC.
Lalueza ha sido en encargado de secuenciar parte del ADN del fósil asturiano, un fragmento de fémur de hace 48.000 años de un varón adulto. Los restos más antiguos utilizados en el trabajo son de hace 70.000 años. A partir de los 100.000 es muy difícil que se conserven secuencias genéticas.
Los paleontólogos creen que estos últimos neandertales sufrieron un cuello de botella demográfico hace unos 110.000 años, o antes, aunque aseguran que nunca llegaron a ser numerosos. "Hace unos 130.000 años hubo una glaciación máxima y gran parte de sus poblaciones se extinguieron. Los que quedaron, entre ellos esta Eva virtual, de la que sólo sabemos que tuvo hijas, se expandieron por el continente", explica Lalueza.
Su colega y también coautor Antonio Rosas, de la Universidad de Oviedo, precisa que "hubo extinciones locales, sobre todo en el norte del continente, y sobrevivieron los que se refugiaron del frío en el sur".
Novedades técnicas
En definitiva, los neandertales superaron grandes debacles demográficas, causadas por un entorno hostil, hasta que desaparecieron tras la llegada a Europa del 'Homo sapiens' por razones que aún se tienen poco claras, aunque Rosas apunta que pudieron estar relacionadas con su escasa diversidad genética. Considera que, cuando se encuentren nuevas muestras, la edad de esta Eva neandertal, es decir, el linaje que sobrevivió a aquella glaciación, probablemente se acerque a los 130.000 años, lo que coincide con los estudios del clima.
Una de las novedades técnicas de esta investigación es el sistema PEC o ultrasecuenciación masiva, que permite seleccionar las regiones del cromosoma mitocondrial antes de secuenciarlo, de forma que el resultado se obtiene más rápidamente y, además, resulta más barato. La mayor parte de este trabajo se ha realizado en el Instituto Max Planck de Alemania, bajo la dirección de Adrian W. Briggs. Por cada un neandertal generaron entre 170.300 y 521.000 secuencias.
Además de la tecnología, también ha sido importante contar con restos poco contaminados con ADN ajeno, aspecto en el que ha destacado el fémur de El Sidrón, donde sólo se ha detectado un 0,27% de secuencias contaminantes. El mismo hueso fue utilizado para determinar que los neandertales tenían un gen asociado al lenguaje (el FOXP2) y el gen del grupo sanguíneo cero.
En la cueva asturiana, donde se sigue un estricto protocolo de extracción limpia, ya se han recuperado 1.600 restos óseos de 10 individuos neandertales.
De cara el futuro, el objetivo de todos es poder encontrar la mayor cantidad posible de ADN nuclear de neandertales, mucho más difícil de conservarse, pero también con mucha más información para «hacer la pintura completa de su población histórica», como señalan los autores en 'Science'.
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