Son frecuentes las comparaciones de aquella guerra con la Primera Guerra Mundial, puesto que también provocó el fin de una era de progreso. Pero sobre todo la situación a finales del siglo V a. C. en el Peloponeso (la península meridional de la actual Grecia) se asemejaría a la Guerra Fría, según Kagan.
En los dos casos, el contexto se dividía entre dos modelos opuestos. "La democracia ateniense y la monarquía militarizada espartana", recuerda Noguera, arqueólogo y licenciado en Historia por la Sorbona. En cuanto al legado de las dos sociedades no hay muchas dudas: "Esparta no dejó gran cosa", señala Noguera. Con todo, fue el bando que ganó la guerra entre las dos potencias en busca de hegemonía. A partir de entonces Grecia entró en una lenta decadencia.
La Guerra del Peloponeso juega un papel crucial en la historia universal, según subraya Kagan. "He emprendido este proyecto porque creo que, más que nunca, esta guerra es un relato de una fuerza tal, que puede leerse como una extraordinaria tragedia humana", escribe el historiador. Un relato que "narra el ascenso y la caída de un gran imperio, el choque entre dos sociedades y formas de vida muy diferentes entre sí, el papel desempeñado por la inteligencia y la fortuna en los asuntos humanos y, sin olvidar a la colectividad, el de individuos brillantemente dotados a la hora de determinar el curso de los acontecimientos, aunque sujetos, a su vez, a las limitaciones impuestas por la naturaleza, el destino y sus semejantes".
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