martes, 6 de abril de 2010

El poder curativo del Arte




CARLES GELI / 5-4-2010

Asesorado durante años por el buen centauro Quirón (el primero en cultivar plantas medicinales), Asclepio adquirió tanta destreza en el arte de curar que, convertido ya en dios de la Medicina, se atrevió a resucitar a los muertos. Entonces, Zeus lo partió con un rayo: había cruzado los límites de la existencia humana. Como decía Hipócrates, "la labor del médico ha de ser la de restituir la belleza a las formas del cuerpo", pero ese escalón era excesivo. Es un buen contraste en estos tiempos en los que se desmenuza el ADN, con su forma en espiral que recuerda a la serpiente en la que, según la creencia popular, se había escondido Asclepio y que hoy es símbolo de farmacéuticos y médicos.







Todo eso lo recuerda y engarza la eminencia médica Andrzej Szczeklik (Cracovia, 1938) en Catarsis (Acantilado), joya exquisita donde se reflexiona y une medicina, naturaleza, literatura y arte. Y hasta pintura y música y magia. "Hay una estrecha relación entre el estado psíquico del paciente y la enfermedad, pero desconocemos cuál. Por eso, del alma humana sabemos más desde la historia de la literatura que desde los estudios médicos", expone para justificar su inmensa erudición. La que le lleva a escribir: "La medicina y el arte parten del mismo tronco. Ambos tiene origen en la magia, sistema basado en la omnipotencia de la palabra". Fórmulas mágicas, debidamente pronunciadas, que sanan, traen la lluvia o evocan espíritus.




La literatura, un arma para curar



No hay comentarios:

Publicar un comentario

El público prefiere...