Sólo hasta el domingo
La aproximación de los impresionistas al tema del jardín está marcada por tres oposiciones: entre la ciudad y el campo, el parque público y el jardín privado, lo decorativo y lo productivo.
Así como los pintores de Barbizon habían representado jardines campestres, Manet y los impresionistas descubrieron en los parques parisienses los atractivos combinados de la vida moderna y el aire libre.
Monet y Pissarro, Morisot y Sargent nos revelan los parques de París y otras ciudades como escenarios de una intensa vida social donde cohabitan y disfrutan las diversas clases. En el jardín privado, por otra parte, los mismos pintores plasman el ámbito de la intimidad y lo personal: la conversación, la lectura, el juego o el reposo.
Destaca la dedicación de Pissarro al tema del huerto, con especial énfasis en la figura del campesino trabajando. Algunos artistas que recibieron sus lecciones o experimentaron su influencia, como Cézanne, Gauguin o Van Gogh, están también representados.
MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
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Estos jardines nos recuerdan que la Revolución Francesa abrió al público los grandes parques de la nobleza. También nos hablan de la necesidad de evasión hacia aires más limpios que suscitaba la incipiente ciudad industrial.
Jardines impresionistas
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