PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL 19/11/2009
Durante sus años como guionista de El ala oeste de la Casa Blanca, Mark Goffman reformó la seguridad social en EE UU, consiguió una paz duradera en Oriente Próximo y lanzó una intervención militar para evitar un genocidio. "La presidencia tuvo muchos logros". Goffman (Houston, Tejas, de 41 años) habla de la Administración del presidente ficticio Joshiah Bartlett en primera persona, como si hubiera tenido un cargo en ella: "En la cuarta temporada, fuimos a la guerra contra un país africano".
Este guionista está en Madrid para dar una conferencia sobre storytelling, algo así como el arte de contar historias, en un curso de comunicación política de MAS Consulting. El storytelling en política se ha puesto de moda fuera de EE UU gracias a Barack Obama y, sobre todo, a aquel discurso en el que contaba la historia de Ann Nixon Cooper, una mujer de 106 años nacida justo después de la esclavitud que había vivido para ver la elección de un presidente negro.
"Contar historias es una forma de comunicar y de hacer que la gente recuerde episodios importantes. La gente necesita oír historias".
De su experiencia, puede afirmar que "todo mensaje político es una historia". Por tanto, hay ciertos elementos que, igual que hacen buena una historia en una serie, hacen bueno un mensaje político. Goffman, master en política por la Kennedy School of Government de Harvard, iba para escritor de discursos, pero se quedó en Hollywood. Años después, volvió allí a dar una charla. "El decano me dijo que la demanda había aumentado un 15% desde que se emitía la serie".
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