lunes, 12 de septiembre de 2011

Historias de 'topos'

"La fuerza humana es increíble; nadie está seguro de ello hasta que no lo siente. Nadie sabe de lo que somos capaces los humanos, nadie lo sabe", les dijo a los periodistas Saturnino de Lucas, un segoviano que pasó 34 años sin dar un paso ni ponerse en pie.

El habitáculo que ocupó ese tiempo, acondicionado bajo el tejado de una casucha, medía 63 centímetros en su parte más alta, dos metros de ancho y cuatro de largo. Emparedado, agredido por temperaturas que le sacudían de los 45 grados del verano a los 25 bajo cero del invierno, Saturnino de Lucas sobrevivió leyendo periódicos, escribiendo miles de cuartillas en una máquina York, escuchando la radio y sugestionándose. "Ahí vivía yo como si estuviera invernando".

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